El 3 que arrasa en la cancha, se hizo dos tatuajes de Maradona, admira a Sorin y aspira a jugar en la selección

Publicado: 02 / 12 /2025

Gabriel Rojas es un soñador incansable que desde su infancia ha tomado el camino hacia el fútbol con determinación y sacrificio. Con apenas 7 años, empezaba su travesía en las infantiles, llevando a cabo un arduo trayecto de tres colectivos desde Burzaco hasta el Bajo Flores para entrenar en San Lorenzo, donde pronto destacaría por su talento innato. En sus primeras presentaciones, su zurda ya prometía, dejándose ver en clubes del sur del conurbano bonaerense, como Arzeno y Pueyrredón.

Al caminar por aquellos trayectos, Diego Armando Maradona se convertía en una presencia constante; sus hazañas eran parte de su vida cotidiana. Gabriel heredó esa adoración y pasó a manifestarla de una forma única: se tatuó a Maradona en la pierna derecha, junto a la Copa del Mundo de 1986.

Gabriel Rojas con su ídolo: Diego Maradona

El legado de Maradona es significativo en la historia de Rojas, quien nació el 22 de junio de 1997, en el aniversario de la famosa actuación del 10 contra Inglaterra. Recuerda con emoción el momento en que tuvo la oportunidad de conocerlo: un recorrido por horas lleno de expectativa que culminó en un encuentro inolvidable. “Estuve seis o siete horas esperando, pero ¡valió la pena! Pude conocerlo”, comparte en una charla reveladora con LA NACIÓN.

Gabriel Rojas, un jugador integral que lucha por el éxito en RacingRicardo Pristupluk

Esa conexión tan íntima con el ídolo se hizo aún más palpable en la cancha de Racing, donde cada entrenamiento evoca el mural que recuerda la época del gran Diego. Sin embargo, con la satisfacción del encuentro, también quedó un regusto amargo: “Me arrepiento de no haberme quedado más tiempo a hablar”, confiesa, reflexionando sobre ese instante que marcó su carrera.

Diego, aún en la memoria. Con cada paso hacia el campo de juego, Rojas lleva consigo no solo el recuerdo de Maradona, sino también una filosofía de trabajo impartida por su técnico, Gustavo Costas. En un fútbol donde la lucha y la entrega parecen desvanecerse, Racing se mantiene en la búsqueda del sacrificio y el corazón. Rojas lloró en el banco de suplentes tras una lesión, no solo por el dolor físico, sino por el peso de las expectativas: “Nunca doy una pelota por perdida”, afirma, reafirmando su compromiso.

Es un verdadero guerrero en la cancha, donde corre, ataca, defiende y sigue luchando en cada duelo. Su sueño de alzar la Libertadores está cada vez más vivo. Gabriel ha sido parte del equipo ideal de la Conmebol y, como todo jugador argentino, se siente honrado en perseguir la camiseta de su selección.

Datos relevantes:

  • Viaje y sacrificio: Desde los 7 años, Rojas viajaba tres horas en colectivo para entrenar, mostrando su dedicación desde temprano.
  • Encuentro con Maradona: Fue un evento decisivo en su vida, un momento que plasma su admiración y reconocimiento hacia su ídolo, el 10.
  • Filosofía de trabajo: Inspirado por su entrenador, Costas, Rojas demuestra que el sacrificio y el compromiso son fundamentales para el éxito en el fútbol.

La historia de Gabriel Rojas es un ejemplo de dedicación, pasión y admiración. La llama de sus sueños arde con más fuerza mientras el legado de Maradona continúa iluminando su camino.

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